CARREL, José María Augusto (Alexis)
(Adoptó el nombre de Alexis en recuerdo de su padre Alexis Carrel-Billiard.)
“Su carácter de bronce puro deslumbrará a las almas enamoradas
de la virtud, en una época en que la virtud resulta tan rara.Carrel podrá
servir de ejemplo a muchos jóvenes desamparados”. “La misma humanidad que
indaga, que se aburre y duda de su propia razón de ser, ¿no sabría, ante
hombres de esta clase,reflexionar y
volver a encontrar el camino de una fe y de una esperanza?" Dr.Robert Soupault (su biógrafo)
”Moriré libre porque he vivido solo. Moriré solo porque he vivido libre” Erasmo
Alexis Carrel (1873-1944)- Premio Nobel de Medicina (1912) |
Sus antepasados desempeñaron diversas veces durante tres
siglos altos cargos al servicio de la ciudad y de los hospitales, con lo que se
demuestra su sangre francesa, su herencia burguesa y su formación católica.
Nació en
Sainte-Foy-lès-Lyon, Lyon, (Francia), el 28 de junio de 1873 a menos de 5 km de
la Plaza Bellecour, hijo primogénito de Alexis Carrel-Billiard, fabricante de
tejidos, y de Ana María Ricard, se casan en 1871. A los 5 años de casados Ana
María queda viuda con 3 hijos: María José Augusto, José y Margarita. La madre los cría y educa
con ejemplar dedicación. Ejerce sobre ellos gran influencia moral. Les inculca
la moral cristiana al mismo tiempo que los principios del ideal democrático.
Dice Soupault –su biógrafo- “se le enseñó el respeto a la autoridad y el
atractivo de la libertad, el amor al prójimo y la solidaridad humana, la
supremacía del honor, la belleza del sacrifico, el gusto al trabajo, el culto
de la inteligencia, el sentido del deber…” Todas esas enseñanzas quedan grabadas en el
espíritu del niño Alexis y a ellas se atendrá estrictamente durante toda su
vida. A los 8 años es llamado por los suyos “Alexis” en recuerdo de su padre,
que adopta definitivamente al correr de los años. Durante su infancia y niñez,
escuela primaria, ama la naturaleza. Ocupa sus ratos de ocio a disecar pájaros
y a observar la vida de los animales. Su espíritu de investigación científica y
su inquietud en constante diálogo con lo desconocido, se insinúan ya en él. En
1890 obtiene el título de bachiller y en 1891 el de Ciencias (Física y Ciencias
Naturales). En 1893-4 comienza sus estudios en
la facultad de Medicina. En 1895 cumple el servicio militar en el
regimiento de cazadores alpinos. En 1896 la revista médica Lyon Medical publica
un trabajo sobre estómago bilocular, tenía 23 años. Sigue su carrera
ascendente, va adquiriendo una habilidad manual para los trabajos operatorios,
prestigiosas anastomosis; publica trabajos; es nombrado ayudante de anatomía en
1898; da conferencias.
En 1900 recibe su título de Doctor en Medicina de la
Universidad de Lyon. Su tesis se titula “El bocio canceroso”, publicada en Lyon
y en París, en un volumen de 303 páginas. Se dedica a la traumatología.
En 1903 (…) la medicina le ha proporcionado un amplio
campo para su apetencia intelectual, En ese campo se abren horizontes sin
límites a las esperanzas de investigación de Carrel; la medicina se halla
dispuesta a satisfacerlo, siempre que él tenga la suficiente libertad para
guiar a su manera aquellas investigaciones”. Pero a esta altura de su vida se
produce un hecho que está a punto de ocasionar la pérdida para el mundo
científico, de este prodigioso cirujano y extraordinario biólogo llevándolo a
una profesión enteramente distinta.
En 1903 un médico amigo y compañero de Carrel, debe
acompañar a unos enfermos en la peregrinación de mayo a Lourdes. Pero
repentinamente éste se ve imposibilitado de
realizar este viaje. Pide a Carrel que lo reemplace.
Parte en el tren de la peregrinación. Durante la noche lo
buscan para que alivie a una enferma, era una joven muy enferma hacía más de
ocho meses, María Bailly. Algunos días antes el cirujano del Hospital San José
no quiso operarla porque su estado general era demasiado grave. La enferma quiso absolutamente hacer
el viaje a Lourdes. Estaba tan débil que se esperaba lo peor. Ella le dice a
Carrel “ Sufro tanto pero estoy feliz de haber venido. Las monjas me lo querían
impedir”. En medio de la noche lo buscan para asistir a María La encuentra
presa de atroces dolores, pidiendo ayuda. Calmó los dolores con morfina. Ante
un nuevo colapso la enfermera lo llama. María Bailly estaba muy mal, gemía
angustiada “Nunca podré llegar a Lourdes”. La enfermera informó a Carrel que María
padecía esta enfermedad toda su vida. A los 17 años tosía y escupía sangre, a
los 18 tuvo una pleuresía y le habían extraído 2 lt. y medio de líquido. Menos
grave pero siguió enferma. Hasta que entró al hospital con el vientre inflado,
tenía fiebre y se le diagnosticó “peritonitis tuberculosa”. El cirujano se
niega a operar y se le dice a la familia que no había más nada que hacer. Pero
María ha insistido tanto que quería hacer el viaje a Lourdes que al final se lo
conceden. Ya en Lourdes, Carrel la observa, más bien escéptico; se encuentra con
un amigo de la escuela y conversan; le relata el caso de María Bailly: “esta
desgraciada padece de una peritonitis tuberculosa, en el último estado. Sus
padres murieron tísicos; la joven ha tenido llagas tuberculosas, cavernas
pulmonares, y desde hace algunos meses, una peritonitis: ahora está en un
estado lamentable. Si esta chica se curase, sería realmente un milagro. Yo
creeré en todo y me haré cura”. A lo que el otro le respondió: ”Está atento,
porque en Lourdes todas las leyes están invertidas” Carrel debe examinar a
María, que está empeorando.: Va con su amigo.
Estaba en el Hospital de la Madona de los Siete Dolores,
en la sala de la Inmaculada Concepción, reservada a los más gravemente
enfermos quienes ya no esperan al médico, cuentan con la Virgen. Se acercan a la enferma;
le informan que su estado se ha agravado. Carrel le toma el pulso: 150
pulsaciones por minuto, irregular. El corazón estaba por ceder. Morirá dentro
de poco: Pueda ser que viva unos días pero está terminada. Fue su diagnóstico.Antes de decidir su traslado a la piscina Carrel consulta con otro médico la posibilidad de efectuarlo; dada la gravedad de su estado podía morir durante el desplazamiento; éste la observa y opina
“está en la agonía, puede morirse delante de la gruta. Deciden llevarla pues
María así lo quería y si había ido a Lourdes desde Burdeos era para sumergirse
en la pileta. Carrel invita ”vayamos a
acompañarla. Se intentará “el imposible prodigio de la resurrección de una
muerta” Tal vez asistiremos a este prodigio”. Y al oído del amigo susurra “Si
ésta se salva, creeré en los milagros” En el momento que esperan para entrar a las
piletas María había perdido la conciencia, Carrel le toma el pulso desordenado,
la cara terrosa. Una mosca verde se le posó sobre la nariz. Y pensaba
“Esta muchacha está condenada. Pero no puedo saber si morirá en una hora o dentro
de algunos días”.
Y
este trozo que Carrel cita de sus pensamientos en aquellos momentos, es muy importante. Trascribo “La muerte del creyente es infinitamente dulce, porque es
la entrada al cielo, cercana a la Virgen y al Cristo; qué imagen deliciosa! Cuán
extraña debería ser la seducción de Jesús, con gestos calmos, entre el verde
primaveral del Monte de Judea, que se levanta para pronunciar el inefable
Sermón de la Montaña! ´¡Él ofrece al sufriente la eterna consolación! ¡Ah,
cuánto mejor sería créerle! Y la dulce Virgen que protege y compadece todos los
males, qué imagen de suavidad!- Y
dirigiéndose a la Virgen:
“Cómo querría creer, como todos estos desgraciados, que
no sois solamente un manantial selecto, creado por nuestro cerebro, o Virgen
María. Curad entonces a esta muchacha que ha sufrido demasiado. Haz que viva un
poco, HAZ QUE YO CREA (la máy.es mía)
, Cuando la observación no actúa más, aparece el hombre, abandonando al arbitrio
teorías e impulsos.
Lo que veo en estos momentos es muy racional. Si esta joven sana, cosa que
parece absurda, haz que yo pueda creer,
encontrándola verdaderamente viva a la salida de la piscina. Llegó María, igual, con un vientre enorme. La
llevan a la gruta de Massabielle. Él y otro médico estaban junto a la
balaustrada cerca de María, que estaba inerte, respiración acelerada, parecía
agonizante. La mirada de Carrel se volvió hacia el rostro de María, le pareció
que éste no tenía el mismo aspecto, que los reflejos lívidos habían desaparecido,
que estaba menos pálida. “Es una alucinación",-se dijo. Anotó la hora de la
observación 14,40. Le tomó el pulso y las respiraciones. Habían disminuido. Ante sus ojos tenía un mejoramiento evidente
y rápido de las condiciones generales. Algo estaba por suceder. El rostro de
María se modificaba, sus ojos vueltos, brillantes y estáticos, hacía la gruta.
Una mejoría importante se había verificado. De golpe Carrel palidece.Veía hacia
la cintura, bajar la colcha poco a poco al nivel del vientre, volviendo a su estado natural. Eran las tres.
Luego de pocos minutos desapareció la
tumefacción del vientre.. Carrel pensaba que se estaba volviendo loco de
verdad. Se acercó a María; observó la respiración, el cuello.El corazón latía
rápidamente pero regular. Sin duda algo estaba pasando. Carrel le preguntó:
¿Cómo se siente? En voz baja ella
respondió “Muy bien; no tengo muchas fuerzas, pero siento que estoy curada". Sí
mejoraba, ya era irreconocible. Quedó profundamente turbado, incapaz de reflexionar;
no pensaba más; no hablaba más. El hecho inesperado era tan contrario a todas
sus previsiones, que creía estar soñando!. A María le trajeron una taza de
leche, que se la tomó de un trago. Luego levantó la cabeza y miró alrededor, se
agitó un poco y se acomodó sobre el costado sin dar signo del menor dolor.
LO QUE HABÍA OCURRIDO ERA LA COSA IMPOSIBLE, LA COSA
INESPERADA, EL
MILAGRO! (Máy.mías)
Una joven agonizante estaba casi curada.
Ignoraba todavía el estado real de las lesiones, pero una mejoría de las
funciones, que ya sería un milagro, se había verificado efectivamente ante sus
propios ojos.
Luego pensó: “Qué caso afortunado, que entre tantos enfermos, haya visto curarse
aquella que conocía mejor y que había tenido largamente bajo observación". Tres
médicos más vinieron a revisarla, Está curada.
Le preguntó a
María qué haría ahora que está convencida del milagro que le ha tocado y de la
curación? Ella respondió: Iré con las Hermanas de San Vicente, que me acogerán
y asistiré a los enfermos.
(…)El absurdo se hacía realidad: los moribundos curaban
en pocas horas. (…) Qué lección de humildad para él. Carrel había afirmado que
un enfermo no curaría, que se estaba muriendo y luego verlo restablecerse! (…)
En el sentido más simple de la palabra, María era una “milagrosa”. Una joven
que al mediodía se moría y que sana a las siete de la tarde, era un hecho
anormal, que justificaba muy bien el entusiasmo de la muchedumbre.
Es
interesante realzar esta parte: ante lo increíble que acababa de vivir se
suscitaron pensamientos analizándose: “Fuí un sincero católico en
mis primeros tiempos, después estoico, luego kantiano, de ahí caí en el
escepticismo absoluto y en el dilentatismo.”
Se sentó, quedó absorto, apoyando
la cabeza entre las manos, hasta que desde el fondo de su alma subió esta
oración: “Dulce Virgen, que socorréis a los infelices que os imploran
humildemente, protégeme. Creo en Vos. Habéis querido responder a mi duda con un
milagro manifiesto. No sé verlo, todavía dudo, pero mi deseo más vivo, el fin
más alto de todas mis aspiraciones es la de creer, perdidamente, creer
ciegamente, sin volver a discutir, sin criticar”. “Vuestro
nombre es el más dulce del sol matutino. Aceptad al pecador inquieto, que con el corazón tempestuoso, fruncido el entrecejo, se
consume en la búsqueda de las quimeras.
Bajo los consejos profundos y duros de
mi orgullo intelectual yace, desgraciadamente aún sofocado, un sueño, el más fascinante
de todos los sueños, el de creer en Vos, de amaros, como los monjes de alma
cándida”
Carrel, aunque profundamente trastornado ante aquel
milagro que tropieza con sus certezas científicas, firma lealmente su
testimonio en el Libro de Comprobaciones Médicas en la oficina de curaciones de
Lourdes. A su regreso a Lyon, lo publica en la prensa. Se lo crítica
acervadamente Su jefe en el hospital le dice ”Amigo mío, con esas ideas, lo
mejor será que renuncie ud. a los concursos. En lo sucesivo no ganará
ninguno.”
1904- Ante esta
situación decide dejar el país. Se traslada a Canadá con la idea de dedicarse a
la agricultura y a la ganadería. Una vez llegado a Montreal conoce el Hospital
General, que es católico; se encuentra con los dueños, los hermanos Martigny,
ambos médicos, que lo convencen de quedarse y trabajar con ellos. Los trabajos que presenta en esa
ciudad durante un Congreso, llama la atención de los congresales de Chicago,
que le proponen trabajar en la Universidad de Chicago. Trabaja incansablemente.
1905- En mayo recibe la noticia de la muerte de su
querida madre. La irreparable noticia lo abate profundamente. Él le había
escrito, poco antes: "A causa de las extraordinarias cosas que he escrito en
las revistas médicas, empiezo a ser conocido”. Lo que le permitió relacionarse
con el director del Instituto
Rockefeller y con el jefe del “Mount Sinaí Hospital.” Trabaja intensamente,
con numerosas publicaciones sobre sus resultados.
1906- Es nombrado en los Laboratorios del Instituto
Rockefeller de Nueva York.
1909-1912- Cuatro años consecutivos ven a Carrel en
Lourdes; durante el mes de agosto es la época de sus vacaciones y el mes en que
más fluyen enfermos. Perdura todavía en Carrel la inquietud experimentada ante
la curación que allí presenció, en 1903; quiere ver nuevas curaciones y
examinarlas con el Dr. Boissaire, jefe de la Oficina de Comprobaciones Médicas.
1910- En Lourdes conoce a la joven Ana María Laura
Gourlez de la Motte, viuda de La Mairie, con la cual contraerá enlace en 1913.
Su encuentro lo ocasiona un caso de curación de un niño de dieciocho meses,
ciego de nacimiento, que recobró la vista. Ella venía en el contingente de ese
tren acompañando a los enfermos.( El subrayado es mío)
1912- Denominado
el “creador de técnicas” recibe el premio Nobel de Medicina (Cirugía
experimental). No tenía aún 40 años, es el más joven hasta entonces de los
sabios laureados. Es nombrado miembro director del Instituto Rockefeller. El
Presidente de EEUU, Taft, felicita al investigador francés “quien con motivo del
premio figura ya entre los grandes pioneros del mundo: Harvey, Jenner, Koch,
Pasteur y Walter Reed"
El 10 de diciembre, en Estocolmo, se le entrega el
premio Nobel. En la fiesta dicen de él “Usted es el que ha venido de más lejos,
atravesando el océano. Pero la distancia importa poco para un hombre que tanto
hace por la humanidad y en particular por la que sufre. Por ello tiene
adquirido el derecho de ciudadanía de todo el universo. En cualquier parte del
mundo a donde vaya, sea cual fuere el país de donde venga, un hombre como Ud.,
tiene derecho a ser considerado como conciudadano, benefactor y amigo".
1913- El 26 de
diciembre, en París, contrae matrimonio con Ana Mª Gourlez de la Motte: Se
instalan en Nueva York
1914- La actividad de Carrel en sus laboratorios del
Rockefeller sigue siendo extraordinaria. En las vacaciones él y su señora
viajan a Francia. Estando en Anjou la paz del mundo desaparece con el atentado
de Sarajevo. Carrel recibe la orden de incorporarse al ejército. Desde ese
momento el sabio ofrece su ciencia y sus conocimientos a la patria. El 25 de
diciembre parte hacia el frente francés.
1915-1916- En Chicago y en París publícanse siete
trabajos suyos y en colaboración referentes a la ciencia del arte de curar,
sobre la infección de las heridas de guerra y su cicatrización, etc.
1916- Logra organizar un hospital subvencionado por el
Instituto Rockefeller, en sus apuntes escribe “Situación muy favorable –mis
colaboradores muy competentes- el material reglamentario de los hospitales
franceses, excelente –ambulancia lo mismo- enfermeras suizas excelentes –mi
mujer, superintendente- estamos organizados como un hospital norteamericano.
Se lo ve en todos
los hospitales de los frentes de batalla de Francia, en los lugares de mayor
peligro: Verdún, Ham, La Panne, etc. Allí está él. De aquellos desplazamientos
ha dejado unas notas
1917-1918- El Gobierno francés envía a Carrel en misión
oficial a los EEUU. Cumplida ésta regresa a Francia en la primavera de 1918 y
vuelve enseguida a los campos de batalla.
1919- Presencia en París las fiestas de la victoria.
1919-1929- En enero de 1919 regresa a Nueva York.
Adquirió con el dinero que le quedó del Premio Nobel, la isla de Saint-Gildas
en las costas bretonas. Él escribe: "mi islita es un verdadero paraíso…Aquí
lejos del mundo, contemplando el antiguo dolmen y la vetusta capilla…” ésta isla de paz será su refugio durante los
veinte últimos años de su vida. Y cuando él muera quiere reposar eternamente en
su isla.
1930- Comineza sus trabajos en colaboración con Carlos Lindberhg, el famoso aviador.
1933- Sus mejores amigos, Coudert, Bakhemeteff y Cliffort, le proponen que escriba un libro que sea el compendio de sus ideas y conocimientos. En lo que resta del año Carrel lleva a cabo esa tarea. Su título: "La Incógnita del Hombre". Lo escribe en francés "L'Homme, cet Inconnu", y en inglés: "Man, the Unknown" .La repercusión de éste es enorme; resultó ser, para muchos hombres, una nueva biblia.
1939- La Incógnita del Hombre había sido ya traducido a veinte idiomas.
El 30 de junio de ese año Carrel cierra sus laboratorios en el Instituto Rockefeller; ha cumplido 65 años de edad y el reglamento determina inexorablemente su retiro.El 12 de julio regresa a Francia. Y, otra vez la guerra. El ataque a Polonia. La movilización en Francia. La invasión alemana.
1939-1940- Ante el peligro se decide a servir a su país.Ofrece al Gobierno sus ilimitadas capacidades de trabajo y sus conocimientos excepcionales...
1940- Carrel en octubre sigue en Nueva York a dónde ha ido para hacer gesitiones en favor del pueblo francés. Hace sus trámites conjuntamente con un amigo, J.W.Johnson; consiguen vitaminas para socorrer a los niños franceses. Dice "habré logrado que muchos niños salven sus vidas, en vez de perderla en esta era de destrucción en que vivimos. El trabajo constructivo consiste en salvar el mayor número posible de retoños de las grandes razas europeas". Se preocupa mucho por el destino de los niños.
1941- La situación de la infancia francesa es mucho menos mala que la de España. Ha presenciado la espantosa situación de los niños españoles y piensa que a los niños franceses les espera lo mismo. Que las jóvenes generaciones deben coservarse intactas para lo porvenir. No regresa a Estados Unidos; se queda en Francia. En marzo, en el Reader's Digest, publica "Prayer is power" (Influencia de la Oración). En julio, en Saint-Gildas comienza a esbozar "Réflexions sur la conduite de la vie". La obra es casi toda de corte moral; en 1949 por decisión de Mme. Carrel se publicó tal como la dejó escrita su esposo cuando lo sorprendió la muerte. Le faltaban recortes y ajustes definitivos.
1942-1943- Publica en París el opúsculo "La construcción de los hombres civilizados", y en una revista francesa "La ciencia del hombre"
1943- En Sain-Gildas, en agosto sufre un primer ataque cardíaco.
1944- Aparece en París el opúsculo "La Prière" (La Oración). Liberado París, el día 21 de agosto el Secretario General de Salud Pública del Gobierno provisional de la IV República suspende al Dr. Alexis Carrel en sus funciones de regente de la Fundación. Ante tal noticia sufre un choque psicológico y su estado sufre una recaída. Se llega al 5 de noviembre, en que este ilustre hombre de ciencia deja de existir. Enterrado provisoriamente en el cementerio del Père Lachaise, un año más tarde se lo traslada a la isla de Saint-Gildas. Allí reposan los restos de Alexis Carrel que tanto se preocupó por la salud y el bienestar de la humanidad.
Dice Dom Alexis
Presse en la Introducción de “Viaje a Lourdes” “Hay quienes pretenden que Alexis
Carrel no era católico. Lo escucho aún decirme con energía “Quiero creer, creo
en todo lo que la Iglesia Católica quiere que creamos y, para hacerlo, no hallo ninguna dificultad,
porque no encuentro en la Verdad de la Iglesia ninguna real oposición con los
datos seguros de la ciencia” “Esto quedó bien claro cuando enfermo, se le
advirtió que era tiempo de recibir los últimos sacramentos: Entonces se
confesó, recibió el Santo Viático, y la Extremaunción, con la simplicidad de un
niño. (Cuando llegó el momento de partir estaba rezando el rosario juntamente
con su esposa)
“EXTRACTOS DE "LA INCÓGNITA DEL HOMBRE”
ALMA: La civilización científica ha destruido el mundo
del alma. Pero la religión de la materia queda abierta de par en par al hombre.
Los países que han adoptado ciegamente el espíritu y las
técnicas de la civilización industrial –Rusia, como Inglaterra, Francia y
Alemania-, están expuestos a los mismos peligros que los Estados Unidos. La
atención de la Humanidad debe volverse, de las máquinas y la materia
inanimada, al cuerpo y al alma del
hombre, a los procesos fisiológicos y espirituales, sin los cuales las máquinas
y el Universo de Newton y Einstein no existirían.
CIVILIZACIÓN: Para la civilización no son indispensables
las fabricas gigantescas, los edificios de negocios que se elevan hasta el
cielo, las ciudades inhumanas, la moral industrial, la fe en la producción en
masa. Son posibles otros géneros de existencia y de pensamiento. La cultura
sin comodidades, la belleza sin lujo,
las máquinas sin fábricas esclavizadoras, la Ciencia sin el culto de la
materia, devolverían al hombre su inteligencia, su sentido moral, su virilidad
y le conducirían a la cumbre de su desarrollo.
CIVILIZACIÓN CRISTIANA: La supremacía de la materia y de
los dogmas de la religión industrial han destruido la cultura, la belleza y la moral tal como
las entendía la civilización cristiana, madre de la Ciencia moderna.
FAMILIA: Factores de desgracia y destrucción de … La
locura, los desequilibrios nerviosos y
la debilidad intelectual son los factores más activos de la desgracia y
destrucción de las familias. El deterioro mental es más peligroso para la civilización
que las enfermedades infecciosas, a las cuales los higienistas y los médicos
han consagrado exclusivamente su atención hasta aquí.
Es urgente detener la transformación del labrador, del
artesano, del artista, del profesor y del hombre de ciencia en proletarios
manuales o intelectuales, que sólo poseen sus manos o sus cerebros. El desarrollo
de este proletariado será la eterna vergüenza de la civilización industrial. Ha
contribuido a la desaparición de la familia como unidad social y a la
debilitación de la inteligencia y del sentido moral. Está destruyendo los restos
de la cultura.
FAMILIA: Todas las formas de proletariado deben suprimirse. Todo
individuo debe tener la seguridad y la estabilidad necesarias para la fundación
de una familia 271 El matrimonio debe dejar de ser una unión temporal. La unión
del hombre y de la mujer, como la de los antropoides superiores, debe durar por
lo menos hasta tanto los pequeños no necesiten ya ser protegidos. Las leyes
concernientes a la educación de las
muchachas, al matrimonio, al divorcio, deben tener en cuenta sobre todo el
interés de los hijos. Las mujeres deben recibir una educación superior, no para
ser doctoras, abogadas o catedráticas, sino para educar a sus hijos a ser seres
humanos de calidad superior.(…) En nuestros días hacen falta hombres de gran
envergadura mental y moral, capaces de realizar esta labor.
HOMBRE - MUJER: DIFERENCIAS: Las diferencias que existen entre el hombre y la mujer no provienen de la forma particular de sus órganos, de la presencia del útero, de la gestación o del modo de educación. Son de naturaleza más fundamental, determinada por la estructura misma de los tejidos y por la impregnación de todo el organismo de sustancias químicas específicas secretadas por el ovario.
Cada una de las
células de su cuerpo lleva la marca de su sexo. Lo mismo ocurre con sus órganos
y , sobre todo, con su sistema nervioso. Las leyes fisiológicas son tan
inexorables como las del mundo sideral. No pueden ser substituidas por los
deseos humanos. Estamos obligados a aceptarlas como son. Las mujeres deberían
desarrollar sus aptitudes de acuerdo con su naturaleza propia, sin tratar de
imitar a los machos. Su papel en el progreso de la civilización es mucho mayor
que la del hombre.. No deberían abandonar sus funciones específicas.
MENTIRA. La mentira se ha convertido en el crimen principal de los modernos. Destruye la vida de la comunidad y la vida de las naciones. Es preciso deshacerse de la mentira como del tifus.,
HOMBRE - MUJER: DIFERENCIAS: Las diferencias que existen entre el hombre y la mujer no provienen de la forma particular de sus órganos, de la presencia del útero, de la gestación o del modo de educación. Son de naturaleza más fundamental, determinada por la estructura misma de los tejidos y por la impregnación de todo el organismo de sustancias químicas específicas secretadas por el ovario.
La ignorancia de estos hechos fundamentales ha llevado a
las promotoras del feminismo a creer que ambos sexos debían tener la misma
educación, los mismos derechos y las mismas responsabilidades. En realidad, la
mujer difiere profundamente del hombre.
MENTIRA. La mentira se ha convertido en el crimen principal de los modernos. Destruye la vida de la comunidad y la vida de las naciones. Es preciso deshacerse de la mentira como del tifus.,
PROHIBIDO. Está prohibido al hombre destruir a los demás
hombres, o destruirse a sí mismo. “No matarás”, ordena el Decálogo. Pero hay
muchas maneras de matar. La civilización nos ha dado técnicas del asesinato más
sutiles que las de nuestros antepasados bárbaros y las de los gangsters que florecen hoy en nuestras
ciudades. El especulador que hace aumentar el precio de los artículos
indispensables para la vida, el financiero que despoja a los humildes de sus economías,
el industrial que deja a sus obreros sin protección contra las substancias tóxicas,
la mujer que provoca su propio aborto, el médico que se dedica a hacer abortar, todos ellos son asesinos. En el mismo caso se encuentra también el
fabricante de licores nocivos y el propietario de viñedos que se confabulan con
los políticos para aumentar el consumo de bebidas alcohólicas; el vendedor de
morfina, de cocaína o de haschisch; el camarada que arrastra a su camarada a beber;
el patrono que fuerza a su personal a
trabajar y vivir en condiciones desastrosas para el espíritu y para el cuerpo.
SEXO: Ignorancia, pereza , alcoholismo y los excesos
sexuales destruyen al individuo tanto en
su cuerpo como en su espíritu.
EXCESOS SEXUALES. Es bien sabido que los excesos sexuales
estorban la actividad intelectual. Para
alcanzar todo su poder, la inteligencia parece necesitar al propio tiempo la
presencia de glándulas sexuales bien desarrolladas y la represión temporal del
apetito sexual.
LA SOCIEDAD MODERNA IGNORA AL INDIVIDUO |
SERES HUMANOS - INDIVIDUOS |
De "LA ORACIÓN" o "EL PODER DE LA ORACIÓN"
(...) ¿Dónde y cuándo rezar? Se puede orar en cualquier parte. En la calle, en el automóvil, en el tren, en la oficina, en la escuela, en la fábrica. Aunque se reza mejor en el campo, en la montaña y en el bosque, o bien en la soledad de su pieza. Hay oraciones litúrgicas que se realizan en la Iglesia.Pero cualquiera sea el lugar del rezo, Dios habla únicamente al hombre que ha logrado la paz interior, la tranquilidad de sí mismo. El sosiego interior depende a la vez de nuestro estado orgánico y mental y del medio en el cual nos encontramos inmersos. La paz del cuerpo y del espíritu es difícil de obtener en la confusión, el estrépito y la dispersión de la ciudad moderna. Se necesitan lugares de recogimiento, preferentemente las iglesias, donde los habitantes de las ciudades puedan encontrar, aunque sea por un instante, las condiciones físicas y psicológicas indispensables a su tranquilidad interior. No sería difícil ni costoso crear islotes de paz acogedores y bellos en medio del tumulto de la ciudad.En el silencio de estos refugios, los hombres podrían, al elevar su pensamiento hacia Dios, descansar sus músculos y sus órganos, distender su espíritu, clarificar sus juicios, y recibir la fuerza para soportar la dura vida con que los aplasta nuestra civilización. Recién cuando el rezo se hace costumbre, la oración actúa sobre el carácter. Hay pues que rezar frecuentemente. "Piensa en Dios más seguido que tu respiración", decía Epícteto. Es absurdo orar por la mañana y conducirse como un bárbaro el resto del día. Cortos pensamientos, invocaciones mentales pueden mantener al hombre en presencia de Dios. Entonces toda conducta estará inspirada por Dios. Así comprendida la oración se convierte en un modo de vida.
(Todavía hasta los años de 1930, se instalaban pequeños oratorios en las calles de las ciudades, pueblos, en Argentina al menos, para que el individuo pudiera tomarse un respiro y elevar su rezo al Señor. (Agregado mío)
(...) Conclusión- Resumiendo, el sentido sagrado reviste, en relación a las otras actividades del espíritu, una importancia singular. Puesto que él nos pone en comunicación con la inmensidad misteriosa del mundo espiritual. Es por medio de la oración que el hombre va hacia Dios y Dios entra en él. Orar aparece como indispensable para lograr nuestro óptimo desarrollo. No debemos tomar la oración como un acto al cual solo se consagran los débiles de espíritu, los mendigos, o los cobardes. "Es vergonzoso rezar" decía Nietsche. En realidad, orar no es más vergonzoso que beber o respirar. El hombre necesita a Dios como necesita el agua y el oxígeno. Unido a la intuición, al sentido moral, al sentido de la belleza y a la luz de la inteligencia, el sentido sagrado da a la personalidad su plena expansión. No hay duda que el éxito de la vida exige el desarrollo integral de cada una de nuestras actividades fisiológicas, intelectuales, afectivas y espirituales. El espíritu es a la vez razón y sentimiento. Debemos entonces amar a la belleza de la ciencia y también a la belleza de Dios. Tenemos que escuchar a Pascal con el mismo fervor que escuchamos a Descartes.
Últimas reflexiones del autor de "Alexis Carrel, su vida y su obra" - Roberto Soupault:
La filosofía marxista, cuya atracción intrínseca reconoció, se le aparecía como una maldición planeando sobre la tierra... El materialismo, que al hacer abstracción de toda primacía espiritual que conduciría a fin de cuentas a la anulación del alma del individuo, de la criatura de Dios, se oponía totalmente a su pensamiento.
Fue un "depurado".(...) Era preciso suprimir para siempre todo lo que, de cerca o de lejos, pudiera recordar la antigua Francia tradicional; todo lo que tenía un carácter y un alma difíciles de manejar. De ahí que sea fácil el recapitular la lista de todos aquellos que fueron eliminados o neutralizados, lista en la cual conciencias sobresaltadas harían fácilmente sugestivas aproximaciones. Siempre en virtud del mismo sistema, los modernos herejes fueron marcados con el hierro candente: nazistas, fascistas, quintacolumnistas, indignos y traidores.¡Bueno fue el juego!
Exponiendo de antemano, como vengo de hacerlo, el ambiente y las pasiones de las cuales era la expresión, Carrel tenía que formar parte de los "depurados". Entraba en los datos de la ecuación. Esto era matemático.
....Creía él en la libertad de opinión y usaba hasta el extremo de la libertad de expresión. Decía todas las verdades, aun cuando no todas las verdades sean buenas para ser dichas.No aceptaba que las gentes trataran de oir sólo lo que les complacía oír. .....Preconizaba la austeridad en medio del abandono, exhortaba a la intransigencia en pleno momento de "combinaciones". Quería la preeminencia del deber sobre el derecho y exaltaba el esfuerzo a costa del goce. Desde lo alto de su fama, su voz podía tener demasiado eco. Aborrecía los dogmas nuevos de la estatocracia y en cambio se había permitido no desaprobar la totalidad de los aspectos de los regímenes llamados totalitarios, y aún aplaudir los "mensajes" que condenaban lo que tanto mal nos ha hecho.
Era todo rectitud, orden y disciplina: y era irreprimible.
Había intentado con sus escritos, con su actitud y con su influencia, elevar una moral ante un torrente de amoralidad.
Bajo considerandos ficticios, fue perseguido por sus virtudes. En no sin gran analogía de circunstancias fue condenado Sócrates por los Atenienses a beber cicuta. Ruptura de incompatibilidad entre un hombre que permanece de pie y una sociedad que se acurruca.
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Estamos en 1951. ¿Existe alguna posibilidad de que, en una serenidad futura, la Verdad y la Justicia tomen de nuevo lugar en la Historia?
Yo no lo creo. Viene el mal de demasiado lejos, y cuando todavía era tiempo. los profetas no fueron escuchados. Así pues, estas consideraciones debidas a su memoria y que no serán del gusto de todo el mundo; estas páginas sobre cuyo alcance no me hago casi ilusión, acabo de escribirlas y voy a publicarlas bajo la divisa (nunca más pertinente) de que "no es necesario esperar para emprender".
...Mientras que mi pluma se apresura, veo acudir los nubarrones que extinguirán las antorchas de nuestro pasado, y extenderse el crepúsculo de los hombres libres.
Trozo tomado de Alexis Carrel de Roberto Soupault.
Trozo tomado de Alexis Carrel de Roberto Soupault.
(Hoy julio de 2015 se ha cumplido su visión de las antorchas extinguidas y el crepúsculo de los libertinos...)(agregado mío)
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Mi Reflexión: No hay duda que en Alexis Carrel se produjo un doble milagro. La curación de la joven María Bailly y el regreso de Carrel al seno de la Iglesia. Más aún llama la atención a qué punto el Señor quiso abrirle esa puerta: Inesperadamente tuvo que reemplazar a un compañero para la peregrinación a la Gruta de Lourdes,(viaje que no estaba en sus proyectos); desde que salió de París tuvo que atender a la que sería el instrumento de su reconversión. Y esta Gracia lo acompañó en su vida, en su obra; en todas sus manifestaciones. Fue un protegido en la guerra; no sufrió una herida y pudo desarrollar sus investigaciones al lado de los mismos heridos en el campo de batalla, llegando a conclusiones que salvaron muchas vidas, muchas amputaciones e importantísimos adelantos en la Cirugía.
Ël también tuvo una misión en la vida y la cumplió sin desmayos.